DEL AMOR AL ZOMBIE
¿El zombi será el
punto de llegada del amor? Si partimos de la concepción filosófica de que el
amor es un deseo que se define en el camino y su punto de llegada es una total
miseria podríamos afirmar que es allí donde sale lo peor de los amantes quienes
de un modo u otro se empiezan a destruir entre sí según sus capacidades
defectuosas.
Desde una
concepción básica el zombi es un muerto viviente, pero desde la filosofía
metafóricamente da respuesta a las
situaciones socioculturales que emergen al pasar del tiempo, y el amor a pesar
de que tiene una gran cantidad de teorías por
razón de ser transversal al humano se puede concretar con lo que todas
tienen en común.
Así aplicaremos las
pistas de Jorge Fernández Gonzalo en relación con las teorías sobre el amor
vistas en la serie “BLACK MIRROR”:
EL HIMNO NACIONAL:
Este episodio nos
muestra la facilidad de comunicar información en la era digital pero más allá
de eso como está funciona a modo de control social, primeramente, se narra como
se secuestra a la Princesa Susannah con el objeto de pedir a cambio al
primer ministro Michael Callow que tenga relaciones sexuales con un cerdo y tal
petición se transmite a través de youtube de modo que la población se entera y
su primera respuesta es de rechazo, pero a causa de la morbosidad de las
personas la postura varía a un mayor deseo de ver la ejecución del acto.
De modo que se muestra como el verdadero
motor de la sociedad actual es el control farmaco pornografico que ha conducido
a las personas a un estado permanente de consumo de lo que se vende en la red,
eliminando la conciencia y hasta la piedad de lo que se podría considerar como
racional. Todos son seres hambrientos de tal perversidad al punto de que en la
misma serie se dice que la relación sexual con el cerdo es “la primera obra
de arte del siglo”.
Tal sensación de placer puede ser un
estado funcional del cerebro ya que los humanos somos “animales inteligentes” y
estamos conformados por una parte emocional necesaria que hace sentir bien y
que se activen los sistemas de gratificación, lo mismo que es amar en palabras
de Rodolfo Llinás[1]. Debidamente se evidencia
como dicho estado funcional descrito como el amor conlleva a aquel estado zombi
también impulsado por el capitalismo.
BIBLIOGRAFÍA:
LLinas
Pornoptico
Amor:
ex machina zombi
miscelánea
epistemológica
black
mirror
[1] Es un estado funcional, como una golosina, y
los enamorados son golosos (“que me ame, que me ame”). Eso hace que se sienta
rico y que se activen los sistemas de gratificación. Por eso gusta. Claro, eso
es indistinto de lo que se ame o a quién se ame. Amar la plata o a alguien del
mismo sexo es, funcionalmente, la misma vaina. (Llinas y Fernández, 2011)