miércoles, 4 de julio de 2018

DEL AMOR AL ZOMBIE



DEL AMOR AL ZOMBIE

¿El zombi será el punto de llegada del amor? Si partimos de la concepción filosófica de que el amor es un deseo que se define en el camino y su punto de llegada es una total miseria podríamos afirmar que es allí donde sale lo peor de los amantes quienes de un modo u otro se empiezan a destruir entre sí según sus capacidades defectuosas.

Desde una concepción básica el zombi es un muerto viviente, pero desde la filosofía metafóricamente da respuesta  a las situaciones socioculturales que emergen al pasar del tiempo, y el amor a pesar de que tiene una gran cantidad de teorías por  razón de ser transversal al humano se puede concretar con lo que todas tienen en común.

Así aplicaremos las pistas de Jorge Fernández Gonzalo en relación con las teorías sobre el amor vistas en la serie “BLACK MIRROR”:

EL HIMNO NACIONAL:

Este episodio nos muestra la facilidad de comunicar información en la era digital pero más allá de eso como está funciona a modo de control social, primeramente, se narra como se secuestra a  la  Princesa Susannah con el objeto de pedir a cambio al primer ministro Michael Callow que tenga relaciones sexuales con un cerdo y tal petición se transmite a través de youtube de modo que la población se entera y su primera respuesta es de rechazo, pero a causa de la morbosidad de las personas la postura varía a un mayor deseo de ver la ejecución del acto.

De modo que se muestra como el verdadero motor de la sociedad actual es el control farmaco pornografico que ha conducido a las personas a un estado permanente de consumo de lo que se vende en la red, eliminando la conciencia y hasta la piedad de lo que se podría considerar como racional. Todos son seres hambrientos de tal perversidad al punto de que en la misma serie se dice que la relación sexual con el cerdo es “la primera obra de  arte del siglo”.

Tal sensación de placer puede ser un estado funcional del cerebro ya que los humanos somos “animales inteligentes” y estamos conformados por una parte emocional necesaria que hace sentir bien y que se activen los sistemas de gratificación, lo mismo que es amar en palabras de Rodolfo Llinás[1]. Debidamente se evidencia como dicho estado funcional descrito como el amor conlleva a aquel estado zombi también impulsado por el capitalismo.


BIBLIOGRAFÍA:
LLinas
Pornoptico
Amor: ex machina zombi
miscelánea epistemológica
black mirror




[1] Es un estado funcional, como una golosina, y los enamorados son golosos (“que me ame, que me ame”). Eso hace que se sienta rico y que se activen los sistemas de gratificación. Por eso gusta. Claro, eso es indistinto de lo que se ame o a quién se ame. Amar la plata o a alguien del mismo sexo es, funcionalmente, la misma vaina. (Llinas y Fernández, 2011)